viernes, 28 de mayo de 2010

Besteiro fue muchos años un socialista sin partido - Enrique Sánchez Lubián

Revista Castilla-La Mancha
[ Enrique Sánchez Lubián autor del libro “Besteiro, años de juventud” ]
“Besteiro fue muchos años un socialista sin partido”

A Julián Besteiro la Historia de España le jugó una mala pasada. Como a muchos la Guerra Civil le supuso un sacrificio personal difícilmente asumible. Enrique Sánchez Lubián, saca a la luz en “Besteiro, años de juventud” los primeros años de la vida política de este líder socialista que tuvo a Toledo como fragua de ideas y pensamientos y contribuyó a forjar una personalidad marcada por la ética y la coherencia sin olvidar el compromiso político.
“Besteiro, años de juventud” ha sido editado por el Servicio de Publicaciones de la Junta de Comunidades.
"Adiós, Lolita de mi alma. Te he querido siempre, pero hoy te quiero con un amor grave y profundo, tan indestructible como la rectitud de mi conducta, con un amor que te acompañará siempre, unido inseparablemente a ti, en cualesquiera que sean las vicisitudes de la vida...” son palabras extraídas de una carta de despedida de un hombre que está en prisión y sometido a Consejo de Guerra. Es julio de 1939, Julián Besteiro se despide de su mujer Dolores Cebrían, a quien conoció en Toledo, es consciente de que la historia de amor que comenzó en 1913 está a punto de pasar página. El periodista Enrique Sánchez Lubián ha recogido en “Besteiro, años de juventud”, editado por Servicio de Publicaciones de la Junta de Comunidades, las inquietudes de este joven profesor que llega a la Ciudad Imperial, sus primeros contactos con la clase obrera, su dedicación al Ayuntamiento, los años de juventud que marcaron a un hombre que ha pasado a la Historia como uno de los grandes líderes del Partido Socialista Obrero Español.Julián Besteiro llega a Toledo con el siglo XX a ocupar una plaza como Catedrático de Lógica. ¿Cómo era el Toledo de principios de siglo que recibe al joven Besteiro?Toledo comenzaba en aquellos años a despertar al turismo, los viajeros románticos habían abierto el camino y comenzaban a marcarse las pautas de lo que iba a ser la explotación turística de la ciudad. Algunos de los males que ahora padecemos ya se reflejan en esta época, las guías turísticas de la época ya alertan al viajero para visitar la ciudad en un día. El gran motor de la ciudad era la Fábrica de Armas como exponente de la industria en la capital, una fábrica con momentos de incertidumbre que se vivían con inquietud, otro sector importante era la Academia Militar, que vivió también momentos complicados, la ciudad ya se definía por tanto como una ciudad de servicios.La personalidad de Besteiro parece no encajar demasiado con el Toledo de principios de siglo, una ciudad decimonónica que sobrevive entre decadencias históricas, una clase acomodada y un movimiento obrero que empieza a destacar.A través de la prensa de la época y de las actas del Ayuntamiento descubres que en estos años en Toledo coincidieron una serie de personajes e inquietudes que marcaron diferencias intelectuales y culturales. El talante de estos personajes lo hemos podido ver en Toledo en las muestras antológicas de Enrique Vera o Arredondo... En aquellos años muchos de los concejales del Ayuntamiento eran profesores del Instituto, de la Escuela de Artes, médicos, de todas las ideologías que favorecían una cierta inquietud cultural, regeneracionista. La crisis del 98 había influido en estas personas, formadas al amparo de la Institución Libre de Enseñanza, sorprenden algunas de las iniciativas presentadas al Consistorio, el padre de Enrique Vera, José Vera, compañero de Besteiro presentó una moción para que se crearan en los colegios comedores para que los niños más pobres pudiesen comer y desayunar a costa del Ayuntamiento, la implantación de las colonias escolares o la propia creación del Parque Escolar, una iniciativa de la Unión Republicana para que los niños de Toledo plantaran cada uno un árbol. Existían inquietudes que resultaban revulsivas para la realidad de la ciudadSorprende en la figura de Besteiro su cercanía con los problemas sociales de la época pese a su origen de clase acomodada.Su formación en la Institución Libre de Enseñanza donde tuvo como profesores a Giner de los Ríos y Cossío y más tarde en la Universidad donde fue pupilo de Salmerón le marcaron unas pautas políticas importantes. Comienza a militar en la Unión Republicana, un partido fronterizo con el partido socialista, y Besteiro conectaba con esas inquietudes que se traducen en el trabajo del Ayuntamiento con iniciativas, en ocasiones más voluntariosas que prácticas, como crear una cooperativa para obreros, dos becas para trabajadores de la Fábrica para que se formaran en París, comienzan a mantener contacto con el Círculo Obrero de Toledo dando conferencias y clases nocturnas. Tenía ese germen filo-socialista de la época.Toledo es testigo del comienzo de la transformación ideológica de Besteiro. ¿Cómo es ese proceso?La transformación ideológica de Besteiro comienza en Toledo, pero él se niega o no puede reconocer. Por qué no puede asumirla, porque Toledo era una ciudad fría, cerrada, con parcelas de poder muy importantes reservadas a la Iglesia, eran tiempos del Cardenal Sancha, de la alta burguesía conservadora... que eran quienes criticaban las inquietudes sociales de Besteiro. Sirva como ejemplo la polémica protagonizada entre él y Ramiro Fernández Balbuena, canónigo de la Catedral, por la negativa de Unión Republicana a otorgar una subvención al Arzobispado para la celebración de un concurso. Los sectores más conservadores de la ciudad no entendían como una persona de su posición se convertía en portavoz de la clase obrera. Estas polémicas le afectaban, llegó incluso a abandonar el Ayuntamiento por temporadas, hasta que reaparece en 1908 con la llegada de Pablo Iglesias a la ciudad.¿Cómo fue ese primer encuentro en Toledo entre Julián Besteiro y Pablo Iglesias?El gobernador civil de la ciudad prohíbe un mitin en Toledo de Pablo Iglesias. Besteiro acude al Ayuntamiento y protesta alegando que una ciudad como Toledo, sede de la tolerancia y la convivencia, ya en aquellos años se hablaba en estos términos, no podía permitirse el lujo de vetar al dirigente socialista. Aquello provocó un escándalo en las Casas Consistoriales, con desalojo incluido del público presente, y a las dos o tres semanas se autoriza el mítin, Pablo Iglesias acude a Toledo a dar el mítin e invita a Besteiro a participar en este acto político. Fue la primera vez que Besteiro escuchó al líder socialista y quedó impresionado, este encuentro fue el paso decisivo que le impulsó en su transformación política y a ingresar en el Partido Socialista. Tras una etapa de estudios en Alemania, conoce el marxismo, y comienza a dar conferencias en Madrid invitado por Largo Caballero, termina encarcelado por unos días, y después ingresa en el PSOE. Lo primero que hace es venir a Toledo a dar un mitin un domingo por la mañana, en un cinematógrafo que existía en el paseo del Miradero, y les dice a los toledanos que ha roto los contactos con la burguesía toledana, que no se considera uno de ellos y que ha ingresado en el PSOE, pidiendo a los toledanos que sigan su camino. Besteiro sufre una transformación personal importante en sus convicciones sociales y llega a la conclusión de que el marxismo, del que al principio por educación y origen social estaba alejado, se da cuenta que es perfectamente asumible con la entrada en el Partido Socialista. Y esa transformación comienza en Toledo.Un hombre cabal, coherente, ético... son algunas de sus cualidades como político y como persona.Besteiro ha pasado a la Historia de España como un ejemplo de honradez, honestidad y ética política. Fue un socialista abocado a la sustitución de Pablo Iglesias tras su muerte, tanto en la UGT como en el PSOE, y sin embargo, cuando a principios de los años treinta ve la deriva revolucionaria que toma el partido, no se siente cómodo y entonces hizo algo que no es frecuente, renunció a sus cargos y lo hizo porque personalmente consideraba que el rumbo que estaba tomando el PSOE no era el que él quería. En los años anteriores a la proclamación de la II República se opuso a que el PSOE entrara en acción política de gobierno, consideraba que la organización no estaba suficientemente preparada y creía oportuno seguir educando y formando a los trabajadores y militantes socialistas a asumir el poder con una garantía de éxito. Esta postura le supuso una serie de enfrentamientos en su propio partido, encabezados por Largo Caballero, y su automarginación. Elegido presidente de las Cortes del año 31, fue un presidente modélico, hasta Azaña, como presidente de la República, se sentía molesto por cómo dirigía los debates. Son los años en que Besteiro es un socialista sin partido, reconocido y querido por los ciudadanos, sobre todo por los madrileños, en las elecciones municipales del 36 fue el candidato más votado del Frente Popular, sin haber hecho campaña, frente a Largo Caballero lo que se consideró como un triunfo de la moderación frente a la radicalidad de Largo Caballero e Indalecio Prieto.Podemos hablar entonces de un doble juicio político a la hora de valorar la trayectoria de Julián Besteiro.A partir de este momento comienza la doble valoración de Besteiro, por un lado un hombre ecuánime y del otro un hombre pusilánime e incluso como un hombre que no fue fiel con la República. Al final de la Guerra Civil es cuando Besteiro adquiere la máxima expresión de la dignidad humana. Aunque tiene oportunidades para marcharse de España, prefiere quedarse en Madrid, piensa que un hombre de su edad, casi sesenta años, enfermo y que no tenía sobre sí delitos de sangre, no tenía nada que temer. Entra en el Gobierno provisional del general Casado y trata de negociar con las tropas de Franco que la entrada en Madrid no se convierta en un baño de sangre, aquello acrecienta su enemistad con los sectores más radicales de la izquierda, desde el Partido Comunista consideran que Besteiro es la persona que vende a la República. Cuando las tropas nacionales entran en Madrid, Besteiro es la persona con más rango en la República que cae prisionero y él que pensaba que por su edad no le iba a ocurrir nada se ve sometido a un proceso de guerra y condenado a cadena perpetua. El General Franco le somete a una humillación cruel y dramática, tras vagar por varias prisiones, termina en Carmona, Sevilla, abandonado y le dejan morir como a un perro, los médicos de la prisión se niegan a aliviarle en su enfermedad, su mujer Dolores Cebrián tiene que esperar hasta sus últimas horas de vida a la puerta de la prisión para que le dejen entrar a verle morir. En su muerte se sigue reivindicando socialista y pide que cuando la libertad vuelva a España, su cuerpo sea envuelto en una bandera roja y sea trasladado al cementerio civil de Madrid, junto a los restos de Pablo Iglesias, hubo que esperar hasta 1960 y mientras tanto en Carmona estaba prohibido el acceso al cementerio para visitar la tumba de Besteiro.¿Qué queda en la memoria histórica acerca de Julián Besteiro?Durante el proceso de guerra Besteiro reafirma su lealtad al Partido Socialista y a la República y que en esos momentos también era leal con el tribunal que le estaba juzgando. A su mujer en las cartas de despedida le dice que siempre ha sido coherente y honesto en su vida y que la Historia le juzgará y lo único que le puede dejar, después de tantos años dedicado a la política, es su nombre y que le recuerden como una persona cabal. Yo creo que a partir de este momento el mito de Besteiro resurge, pero a la vez se queda silenciado por el Régimen. La familia de Besteiro, especialmente una sobrina suya Carmen de Zulueta ha publicado sus cartas personales, entiende que con la muerte que le dio Franco, dejándole morir como a un animal, Franco quiso intentar borrar la memoria de Besteiro de la Historia de España. ¿Por qué? Fundamentalmente porque el recuerdo de un socialista honesto, cabal y querido y reconocido por los ciudadanos era mucho más peligroso mantenerlo vivo que otros recuerdos de otros personajes de la izquierda más radicalizados e implicados en el desarrollo de la Guerra Civil Española. De hecho en Toledo, a raíz de la publicación de este libro, hay gente que sigue manteniendo vivo el recuerdo de Julián Besteiro. Me quedaría con el ejemplo del político ético y coherente y sobre todo a pesar de que esa ética y esa coherencia en su momento le generó ciertos enfrentamientos en su propio partido. No fue un político que quiso estar siempre en el poder por el poder, antepuso sus ideas y su honestidad personal a esto y ello le provocó que a lo largo de su vida tuviera un gran número de admiradores y detractores, incluso dentro de su propio partido.


Ana Isabel Jiménez

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