lunes, 31 de mayo de 2010

Reconocimiento a Julián Besteiro - Manuel Civera - 2007

LEVANTE - EMV
MANUEL CIVERA El 28 de marzo de 1939 terminó la Guerra Civil española en tanto que el Ejército Nacional de Francisco Franco aguardaba en las afueras de Madrid para organizar la entrada de las fuerzas de ocupación, lo que ellos llamaban el Desfile de la Victoria del día 1 de abril. En tal situación, Julián Besteiro, como máxima autoridad republicana, nombra al heróico anarquista Melchor Rodríguez para que le acompañase en la utópica «rendición a cambio de paz honrosa». Melchor seria responsable de recibir a los franquistas encabezados por Alberto de Alcocer en el ayuntamiento mientras que Julián daría cuentas en el Ministerio de Defensa, sede del Consejo de Defensa, máximo organismo de la legalidad republicana.
Al mismo tiempo, las fuerzas paramilitares franquistas se lanzaron en una carrera hacia el Ministerio de Defensa. Los requetés de Carlos de Borbón se adelantaron, por poco, a los falangistas de Veglison, deseosos ambos de conseguir capturar a tan valioso prisionero. Los falangistas intentaron que Besteiro hiciese el saludo fascista a lo que éste se negó porque «ya era viejo para las nuevas modas», como nos cuenta su discípulo Julián Marías que aún le pudo visitar, dándole una gran alegría entre tanta tristeza.
Inmediatamente, el día 29, el juez militar Carlos de Sabater le incoó el procedimiento sumarísimo número 1. Después hubo otros 500.000. El juicio se inició el 8 de julio y el fiscal militar Felipe Acedo pidió su condena a muerte «porque el socialismo moderado de Besterio era mucho más peligroso que el socialismo revolucionario». Besteiro fue condenado a muerte, suerte que corrieron otros 150.000 españoles. El tribunal, al final, decidió cambiar la muerte rápida del fusilamiento por una muerte lenta con desatención médica en la cárcel de Carmona. Cabe destacar la defensa del abogado militar Ignacio Arenillas de Chaves, quien sin embargo no llegó a cuestionar la ilegalidad de estos juicios sumarios.
En el año 2003, la diputada socialista Amparo Valcarce inició la vía para revisar los juicios sumarios que ahora se ve refrendada por la Ley de Memoria Histórica del Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero. Así que desde nuestra asociación y bajo la presidencia honoraria de Juliana Besteiro nos sumamos a esta iniciativa con la idea de conseguir la anulación del juicio sumarísimo número 1. En este tiempo, hemos elaborado un informe sobre este juicio sumario, paradigma de tantos y tantos juicios sumarios que ahora son declarados injustos y nosotros entendemos que también nulos. Desde nuestra asociación nos pusimos en contacto con diferentes personalidades socialistas, desde Francisco Granados a José Blanco, incluso Felipe González, para hacerles llegar nuestra voluntad de luchar por reparar esa injusticia histórica que fue la sentencia a Julián Besteiro. Esta filosofía de señalar la ilegitimidad de los tribunales franquistas ya fue manifestada por el compañero Ramón Jáuregui y como bien señala Diego López Garrido, al Parlamento sólo le corresponde declarar políticamente la ilegitimidad y que sean los tribunales los que dicten la nulidad jurídica. Desde nuestra asociación vamos a incoar los tramites necesarios ante el Ministerio de Justicia para la reparación y reconocimiento personal de Julián Besteiro y a su vez acudiremos a los tribunales para solicitar la anulación del juicio sumarísimo número 1.

* Presidente de la Asociación Julián Besteiro. Presidente de la Agrupación Comarcal El Turia del PSPV-PSOE
[www.socialdemocracia.net]

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